Algunas cosas recuerdo con especial cariño de mi infancia, en lo que a aficiones se refiere. Una de ellas es ver la obra maestra de Clarke y Kubrick "2001: Una Odisea del Espacio" con mi padre, tantas veces que mi madre nos regañaba: "¿Otra vez la misma?". Otra son la apasionante lectura de "El Señor de los Anillos" del gran Tolkien, o la serie de "El Hombre y la Tierra" del no menos inigne Felix Rodriguez de la Fuente.
Ayer falleció Arthur C. Clarke. Muchos glosarán su vida, algunos darán datos escabrosos. Yo sólo puedo lamentarme y recordarlo humildemente con cariño.
1 comentario:
Sin duda alguna, una gran pérdida. Para mi gusto, y después de Asimov, Clarke era el más grande dentro de la ciencia ficción de corte más duro.
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